Cuando se compra una impresora se espera que esta sea una inversión a largo plazo y que se pueda con ella imprimir una gran cantidad de hojas de muy buena calidad. Si bien la calidad de la impresión de las hojas está ligada al cartucho, el óptimo desempeño de ambos, tanto impresora y cartucho es dependiente entre si.
Cuando se tiene una impresora nueva todo funciona muy bien y el desempeño de la impresora es el mejor hasta el momento en que se acaba el cartucho de inicio, (este es un cartucho original que dan las marcas con la compra de la impresora cuyo único fin es que los usuarios puedan validar el funcionamiento de la impresora que acaban de comprar y por lo mismo vienen cargados únicamente con un tercio de su capacidad regular), es aquí cuando se requiere la compra de este suministro tan vital para la impresora como lo es el cartucho y donde se presentan un gran conflicto en la adquisición del suministro ya que se tiene dos alternativas la primera es si se debe comprar el cartucho original u optar por una alternativa más económica como es la recarga del cartucho.
Teniendo estos dos posibles escenarios se debe entrar a analizar lo siguiente, por un lado la compra del cartucho o tóner original garantiza calidad, rendimiento, compatibilidad de todos sus elementos para un óptimo desarrollo y cuanta con un amplio respaldado de garantía por parte de los fabricantes los cuales cuentan muchos años de experiencia e investigación; por otro lado si bien el recargar los cartuchos en la mayoría de los casos es la alternativa más económica de forma inmediata a largo plazo esto no necesariamente va a ser así, según un estudio realizado por la marca HP líder en este campo 1 de cada 7 impresoras que utilizan cartuchos no originales o recargados requieren reparaciones en el corto plazo, así mismo hay que tener presente también que el 48% de los cartuchos no originales resultan defectuosos ocasionando daños a las diferentes partes de la impresora que en ocasiones no son subsanables y esto llevaría a la compra de otra impresora también hay que tener en cuenta que al considerar la calidad de las impresiones se encuentra que el 47% de los cartuchos no originales o recargados sufren problemas como manchas, rayas o imprecisión en los trazos.
Analizando esto y teniendo en cuenta que la garantía de las impresoras se pierde por el uso de cartuchos no originales o recargados debido a que las marcas no pueden asegurar que el daño no lo ocasiono el uso de este agente externo y por ende es posible tener que pagar múltiples arreglos para un funcionamiento correcto esto sin contar que es posible verse en la obligación de imprimir la misma hoja más de 2 veces para tener una calidad aceptable de impresión. Por todo esto no parece correcto afirmar que la recarga de este suministro como es el cartucho o tóner sea lo más recomendable para conservar la inversión hecha en la compra de la impresora o un ahorro real de dinero.
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